Aunque al público puede gustarle o no una adaptación de una historia original con personajes nuevos, la gente originaria de Egipto se manifestó en contra de la representación de un personaje histórico de la región por parte de la casa productora.

Mahmoud al-Semary, un abogado en la nación del norte de África, presentó una demanda ante el fiscal público de Egipto contra el gigante del streaming por su representación de la faraona.

“La mayoría de lo que muestra la plataforma de Netflix no se ajusta a los valores y principios islámicos y sociales, especialmente a los egipcios”, decía la queja, según Egypt Independent. El tráiler, según él, contradice la historia egipcia.

Al-Semary cree que el documental promueve el afrocentrismo y retrata de manera inexacta la raza de Cleopatra. “Netflix está tratando de provocar confusión al difundir hechos falsos y engañosos de que el origen de la civilización egipcia es negro”, dijo, según la BBC. El programa, continuó, “promoverá el pensamiento afrocentrista… que incluye lemas y escritos destinados a distorsionar y borrar la identidad egipcia”.

“Para preservar la identidad nacional y cultural egipcia entre los egipcios de todo el mundo, debe haber orgullo por la realización de dicho trabajo”, agregó.

La raza de Cleopatra ha sido un tema controvertido en los estudios históricos durante siglos. Si bien nació en Alejandría, Egipto, descendía de la línea de gobernantes de Ptolomeo, cuya historia se encontraba en la Grecia moderna. El Reino Ptolemaico fue fundado en 305 a.C. después de la conquista de Egipto controlado por los persas de Alejandro Magno.

En la nueva serie de Netflix, la antigua monarca será interpretada por Adele James, una actriz británica de raza mixta. La aparición de James en el material promocional del programa fue lo que llevó a la indignación de al-Semary.